La comunicación asertiva es una habilidad básica para relacionarnos con los demás. Ana Santiago, Talent Manager en Lyreco y experta en desarrollo de personas, nos explica qué es y cómo desarrollarla.
La comunicación asertiva permite formular de una manera clara, directa y considerada nuestro punto de vista valorando los sentimientos, opiniones y pensamientos de los demás y el impacto que puede tener sobre ellos.
Trata de comprender antes de ser comprendido.Stephen Covey, educador y empresario
Practicando se entiende la gente.
Desarrollar la comunicación asertiva es cuestión de entrenamiento y práctica, ya que hay
varios puntos a
considerar antes de despegar nuestros labios. Con el tiempo, se interioriza el proceso y se hace
con
soltura.
Describir una situación sin añadir opiniones o evaluaciones hará que tu interlocutor no pierda la atención y no se tome tus palabras de manera personal.“Qué día más gris y triste” o simplemente “Hoy está nublado”.
Desarrollar la inteligencia emocional te ayudará a tomar conciencia de tus emociones y a expresarte correctamente. “No me valoras” no es lo mismo que “Me siento desmoralizado” o “No me siento valorado”.
Es importante identificar las necesidades, ya que los sentimientos positivos y negativos en muchas ocasiones nacen de una necesidad cubierta o insatisfecha. Si te molesta que tu jefe no reconozca tu trabajo es que necesitas sentirte más valorado.
Hay que evitar dejar las peticiones abiertas y sin concretar: “No seas tan desordenado” no especifica, ya que para cada uno el orden es un concepto diferente. Mejor ser más precisos: “¿Podrías colocar los documentos en los ficheros correspondientes para que pueda encontrarlos con más facilidad?”.
Observar sin juzgar es la forma más elevada de inteligencia humana.Krishnamurti, filósofo
En la vida personal y
profesional, una buena
comunicación
es la diferencia
entre un malentendido y ser
efectivos.
Casi todas las cosas volverán a funcionar si las desenchufas por unos minutos... incluso tú.Anne Lamott, escritora
Es aconsejable usar esta técnica durante una confrontación. Consiste en no variar el tono de voz o el volumen frente a las represalias del interlocutor. No quiere decir repetir la misma frase hasta el infinito, ya que puede resultar grosero, pero sí expresar nuestro argumento de manera calmada y sin vacilar: “Correcto, pero yo me refiero a...”, “La idea está bien pero yo pienso que...”
Puede utilizarse frente a una crítica o un consejo
que percibimos como una manipulación. Nos
ayuda a que las emociones no tomen el control y
se apoderen de nosotros. Se trata de dar la
razón, o que así lo perciba el interlocutor, pero
manteniendo nuestro punto de vista.
“Entendido, lo tendré en cuenta.”
No se trata de dar la razón, se trata de aceptar los argumentos del interlocutor, pero sin cambiar nuestra postura.“Entiendo tu punto de vista y tienes razón, quizás deberíamos buscar una mente habla y el cuerpo acompaña, es importante la solución que tuviera en cuenta ambas opciones.”
Hacer un comentario positivo sobre una crítica hostil sin perder la calma ni modificar/subir el tono de voz. Es una forma de manifestar que no queremos entrar en esa dinámica. “Pues muchas gracias.”, “Gracias por tu observación, la próxima vez lo consideraré.”
Cuando recibimos un comentario negativo a veces es necesario realizar una pregunta para aclarar los motivos de la discrepancia y así poder trabajar con el feedback recibido. “No estás contento con el servicio, ¿podrías, por favor, especificar qué es lo que no te ha gustado?”
Lo más importante que aprendí a hacer después de los cuarenta años fue a decir ‘no’ cuando es ‘no’.Gabriel García Márquez, escritor
En ocasiones es necesario decir NO a los demás para decirnos SÍ a nosotros mismos.
Si aún te falta soltura en este terreno y te come la culpabilidad, te damos 5 frases que puedes descargar, compartir o simplemente memorizar, para cuando lo necesites.
Fragmento extraído de Youtube.com
Nada mejor para entender un concepto que verlo en práctica ¡y acompañado de unas palomitas!
Te invitamos a ver la película 12 hombres sin piedad, un claro ejemplo de comunicación asertiva.