¿Vida profesional o vida personal?
Si te cuesta poner
límites entre
una y la otra para poder disfrutar de ambas, Arianne,
Directora
de Marketing, Uriel, Sales Support
Manager
y Miguel, Digital Marketing Specialist te
revelan
sus trucos para una mayor conciliación laboral. ¡DALE AL PLAY!
Nos pasamos la mayor parte del día en el trabajo, es importante implicarse y comprometerse.
Pero también lo es cuidarse y desconectar. Porque saber crear espacios para ambas
facetas de
nuestro día a día hará que disfrutemos más,
seamos más productivos y tengamos más paz mental.
¿Y tú, ya concilias?
Puedes hacer cualquier cosa, pero no todo.David Allen, consultor
Llegando al límite en 3, 2, 1...
Cuando continuamente añadimos presión a nuestra vida laboral sin crear los espacios necesarios para liberar parte de dicho estrés corremos el riesgo de que, con el tiempo, se vuelva en nuestra contra:
Sentirnos sobrepasados no solo afecta a nuestro carácter y estado de ánimo. Cada vez son más los casos graves de salud relacionados con el estrés. Y es que cuando la cabeza no escucha, el cuerpo habla. Alto y claro.
Falta de motivación, cansancio extremo, ineficiencia... En definitiva, se produce el efecto contrario al deseado, bajando la productividad y la calidad del trabajo.
Cuando se entra en un bucle de incompatibilidad de horarios y exceso de tareas y responsabilidades uno puede llegar a sentir el peso como una carga imposible de manejar. Y aquí está una de las causas más comunes de absentismo laboral.
Ya podemos contar todas las ovejas del rebaño que si no enseñamos a nuestra mente a desconectar de día, ¡tampoco lo hará de noche! Dormir y descansar es vital para pensar con claridad y que nuestro cuerpo se regenere.
Casi todas las cosas volverán a funcionar si las desenchufas por unos minutos... incluso tú.Anne Lamott, escritora
Si conseguimos mirar hacia dentro, escucharnos y, sobre todo, hacernos caso, veremos cómo unos pequeños cambios y dibujar unos límites tienen un gran efecto en nosotros.
El equilibrio nos da una sensación de seguridad y control de la situación. Además tiene beneficios en nuestra salud mental, física y emocional.
Mejoramos la relación con el entorno de trabajo y le damos el lugar que le corresponde en nuestra vida y nos permite dejar de sentirnos en territorio hostil.
Tomamos solo la responsabilidad que nos corresponde y, en consecuencia, mejora la calidad de vida.
Los retos ya no son razón para tirarse de los pelos, los retos son ahora oportunidades para crear y crecer.
Para poner límites es imprescindible hacer un trabajo interno para conocerse. Así, ponemos sobre la mesa lo que queremos y hacia dónde vamos.
El hecho de conciliar evita que tengamos que interrumpir una actividad y esto nos ayuda a mejorar el rendimiento.
A veces, lo más productivo que puedes hacer es relajarteMark Black, coach y escritor
Es importante poder desconectar fuera de tu horario laboral para no sentir que ambas vidas se solapan. Pon límites e informa a tus compañeros de cuándo no estás disponible y comprométete contigo a no revisar mensajes laborales fuera de tu hora.
A menudo somos nuestro peor enemigo. Más vale hacer las cosas a su ritmo y bien ejecutadas que corriendo y comprometiendo la calidad del resultado o nuestro tiempo personal solo por querer entregar antes. Nadie gana cuando excedemos nuestros límites.
Si se realiza teletrabajo, una práctica cada vez más común, es necesario definir muy bien las dos zonas en casa para evitar así una contaminación de una a la otra.
Clases de baile, partidos de pádel, cursos de pintura, practicar deporte con los amigos, ir al cine una vez por semana... ¡todo ello nos mantendrá motivados durante el día!
Puede ser una sencilla caminata a lo largo de un río o subir al pico más alto de la provincia. No importa la intensidad de la actividad, lo vital es simplemente moverse, respirar y cambiar nuestro contexto diario.
Nuestra atención es limitada y, por mucho que queramos forzar la maquinaria, hay un momento en que el engranaje ya no gira más. Identifica cuándo llegas a ese punto y prográmate un descanso un poquito antes de alcanzarlo. Verás cómo al reanudar las tareas, lo haces con otra mirada.
Plasmar en un papel, en un calendario o en una hoja de Excel las tareas pendientes y su prioridad (en función de la urgencia o de la satisfacción que nos produce) nos ayudará a aliviar esa sensación abrumadora que nos invade cuando tenemos mucha faena y ni sabemos por dónde empezar.
Entendiendo que siempre se puede ser flexible ante una situación
puntual,
La idea no es trabajar el 50% y dedicarse a uno mismo el otro 50%. Fijarnos una meta de esta magnitud podría precisamente crearnos más estrés y frustración. El equilibrio es distinto para cada individuo y se trata de encontrar el porcentaje mínimo que cada uno necesita para lograr los beneficios mencionados en el bloque anterior.
Realiza algún ejercicio de mindfulness que te ayude a recuperar la atención plena. Por ejemplo, cierra los ojos, separa la silla de la mesa y céntrate en tu respiración para sentir cómo está tu cuerpo en ese momento. También puedes aprovechar para escuchar una música relajante que te ayude a aislar el ruido exterior.
A continuación, te ofrecemos unas herramientas muy simples y sencillas para que veas que conciliar está en tus manos y que no requiere de grandes acciones.