“¡Tengo tantas cosas que hacer que no sé ni por dónde empezar!” ¿Quién no se ha sentido abrumado alguna vez ante esta situación? Párate un momento a reflexionar sobre lo importante y lo urgente viendo este video. ¡Verás todo de otra forma!
Las agujas del reloj no dejan de avanzar, igual que tu lista de pendientes y al contrario que tu lista de tareas hechas. Para hacer frente a tan poderoso enemigo solo hay una opción: una buena gestión del tiempo.
Los que emplean mal su tiempo son los primeros en quejarse de su brevedad.Jean de la Bruyère, filósofo y escritor
Segundos perdidos a los que no damos importancia. “Es un momento”, nos mentimos. Son las pequeñas distracciones que hemos incorporado en nuestra rutina diaria las que nos van robando el tiempo de puntillas, sin que apenas nos demos cuenta.
El ladrón por excelencia, ¡un arma de doble filo! Y es que, a pesar de ser una herramienta imprescindible en nuestro día a día laboral y personal, de media miramos nuestro teléfono ¡1 vez cada 10 minutos! Su mal uso es el causante de nuestra falta de concentración, descanso y productividad.
Ese pozo infinito de conocimiento (y de pérdida de tiempo). Navegar por placer y curiosidad está bien siempre y cuando no interrumpa tus tareas profesionales o tu tiempo en familia.
Whatsapp, Telegram, Messenger... En su mayoría no son mensajes urgentes que requieran nuestra atención inmediata y, aun así, se la damos. ¡Benditos aquellos tiempos donde solo existía el teléfono fijo!
Son una constante distracción, siempre mirando el teléfono de reojo, incluso cuando no nos llega ninguna, por si acaso. Valora cuáles son las imprescindibles y desactiva el resto.
Se convierte en un problema cuando interrumpimos nuestras tareas para comprobar constantemente la bandeja de entrada..
Es fundamental preparar y organizar las reuniones de manera que sean lo más provechosas posible y no alargarlas sin aportar contenido de interés.
Preocuparnos por cada mínimo detalle puede hacer nuestra tarea interminable. Es preferible que esté bien a grandes rasgos y corregir luego según el tiempo sobrante.
Si el tiempo es lo más valioso, la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches.Benjamin Franklin, político y científico
Aunque parezca una frase motivacional, en realidad te va a proporcionar un gran bienestar. Si te organizas, ¡te sobrarán horas del día!
Harás más con menos esfuerzo.
Serás más efectivo y eficiente.
Mejorarás tu capacidad para tomar (buenas) decisiones.
Adiós a la procrastinación.
Ganarás calidad de vida: tiempo para tus
hobbies o rascarte la barriga en el sofá.
“Ley de Pareto: con un 20% de tu esfuerzo debes
realizar el 80% del trabajo que tienes planeado.”
DEFINE TUS OBJETIVOS
Haz listas con las tareas pendientes. Puedes hacerlas diarias o semanales. Algunas herramientas útiles y muy visuales que te ayudarán a poner orden son Google Calendar y Todoist.
DISEÑA UNA HOJA DE RUTA
Tener claros los objetivos te permitirá saber qué tienes que hacer para cumplirlos. Un planificador semanal te ayudará a completar todas las tareas de forma eficiente.
EVITA PROCRASTINAR
Todo lo que te lleve menos de 10 minutos hacerlo, ¡hazlo en el instante! Así no lo dejarás para después y sentirás el placer de ir tachando las tareas pendientes.
RECUERDA HACER PAUSAS
Breves para no perder la motivación, pero necesarias para no perder la concentración. Levantarse de la silla para hacer unos estiramientos o escuchar un poco de música te ayudarán a hacer pequeños descansos.
ELIMINA DISTRACCIONES
Puedes usar herramientas para ver en qué se te va el tiempo cuando usas tus dispositivos electrónicos. ¡Seguro que los resultados te sorprenden! Estas son nuestras recomendaciones: Rescue time (Android) o Self Control (Apple).
APRENDE A DELEGAR
Confía en tu equipo y en sus habilidades, cargar con todo podría comprometer la calidad de tu trabajo. Una herramienta muy útil es crear plantillas de seguimiento de proyectos en equipo.
APRENDE A DECIR QUE NO
No aceptes tareas nuevas si no has terminado la anterior. Ya sabes lo que dicen: quien mucho abarca, poco aprieta. Aprender a decir NO de manera asertiva es clave para evitar la sobrecarga de trabajo.
Lo que es importante casi nunca es urgente y lo que es urgente casi nunca es importante.Dwight D. Eisenhower, expresidente de los EE.UU.
La clave está en diferenciar entre lo que es urgente y lo que es importante. Contestar a una llamada de un cliente o del jefe puede ser urgente, pero revisar los mails de los proveedores será importante pero menos urgente y puedes dejarlo para más adelante.
Descárgate esta plantilla para empezar a optimizar tu tiempo.
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