Es la capacidad que tenemos las personas para reconocer y gestionar las emociones propias y ajenas.
Cristina Febrer, experta en inteligencia emocional, nos explica por qué es tan importante.
EMOCIONES AL DESCUBIERTO.
¿PARA QUÉ SIRVE GESTIONAR
LAS EMOCIONES EN EL
TRABAJO?
No podemos controlar lo que sentimos, pero sí cómo reaccionamos ante ello.
El cerebro emocional responde a un evento más rápidamente que el cerebro racional.Daniel Goleman, psicólogo y creador del concepto inteligencia emocional
Concepto popularmente conocido como “saber leer a las personas”. Tanto a nivel individual, cuando interactuamos de tú a tú, como cuando nos dirigimos a un grupo de gente. Interpretar y comprender el estado anímico del otro es fundamental para poder reaccionar y crear conexiones que nos permitan alcanzar el objetivo de la comunicación.
“No me entiendo ni yo” es un estado al que llegamos cuando nos sentimos superados por un cúmulo de emociones que nos impide pensar con claridad. Entender e interiorizar lo que sentimos nos permite tomar mejores decisiones controlando nuestra reacción frente a todo tipo de situaciones.
Ser capaz de ponerse “en la piel” del otro. Entender sus sentimientos y reaccionar o responder acorde a ello para conectar así con la otra persona, crear un espacio para la comprensión, sin juicios.
Сomo si de un camaleón se tratara, la adaptación a cualquier situación o lugar para interactuar correctamente con las personas presentes es la base para crear relaciones fuertes y de calidad. La escucha activa y la comunicación verbal y no verbal son algunos ejemplos de habilidades sociales.
Para uno mismo y hacia los demás. Fijar pequeñas metas asumibles, marcarse retos, aprender, enseñar. En definitiva, no buscar recompensas externas como el dinero o la fama, sino centrarse en la autorrealización.
Hacerse preguntas incómodas: “¿cómo me siento? ¿cómo me hacen sentir los demás? ” Y, tras un silencio interior sepulcral, seguro que las respuestas empiezan a surgir. Comprendernos y conocernos nos otorga el poder de crecer.
No quiere decir reprimir las emociones como si fuéramos una olla exprés. Significa poder analizar la situación con perspectiva para minimizar el efecto que tienen en nosotros y poder ser más flexibles ante situaciones inesperadas.
Nuestra habilidad para adaptarnos es increíble.Liza Lutz, escritora
Nuestra capacidad de cambiar es espectacular.
A continuación, algunos ejemplos para entender mejor cómo podemos incorporar la inteligencia emocional a nuestro día a día laboral.
Sin envidias ni sintiéndonos menos. Valorar los logros de los compañeros desde la sinceridad y la humildad. ¡Todos sumamos!
Sin fustigarnos ni flagelarnos. Ni echando balones fuera. Los errores son una oportunidad para aprender y crecer en cualquier proyecto profesional.
No hay que juzgarse por lo que uno siente o cree que debería sentir. Las emociones son puras, sencillas y sinceras y aparecen para mostrarnos una realidad.
Aquellas que van unidas directamente a una emoción, ¡aquellas que ni las ves venir! Nos parecen incontrolables, hasta que las miramos con distancia. La próxima vez que te encuentres en una situación incómoda en el trabajo, observa cómo respondes y cuál es el detonante. ¡Te sorprenderás!
Para poder comprenderla, hacerla tuya y abrazarla. Solo así podrás controlar cómo te afecta y usarla en tu beneficio.
Conocerse a sí mismo es el principio de toda sabiduríaAristóteles